miércoles, 29 de diciembre de 2010

Los decires de un viejo verde (Nº 16.- Diciembre 1997 -II-)

329.—Hoy me he sentido acosado sexualmente por una mujer. Lo que de ella me violaba permanentemente era la fe que ella tenía en cualquiera de sus convicciones.


343.—Los celos es una enfermedad y no se puede ni se debe andar con las heridas al aire.

Por lo tanto los celos deben psicoanalizarse, nunca demostrarse en público.

El celoso termina inspirando piedad y está claro que un psicoanalista que inspire piedad no tendrá mucha clientela.


344.—A los 56 años puedo por fin declararme libre de mí mismo.

Dentro de poco cumplo 57 años y algunos objetivos he cumplido.

Tengo un amor, una tristeza, una manera de escribir.


351.—Cuando alguien no consigue el dinero para hacer lo que dice querer, no quiere. Y esto es una noción estructural.


352.—Se debería respetar una decisión tan fundamental del sujeto. Sí no paga, está diciendo, a gritos, que no le den bajo ningún concepto lo que dice querer y no puede pagar.


366.—Y a la mujer en general no le pediré nada de nada y de esa manera ella, algún día, alguna tarde soñadora, alguna noche fatal, me regalará algo.


367.—Este siglo que termina fue brutal para mí.

Hice el amor con 1.000 mujeres y, aún, no puedo asegurar que alguna mujer haya hecho el amor conmigo.

¡Qué soledad!

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