HEMOS RECIBIDO
MENASSA: CANDIDATO AL PREMIO NOBEL DE LITERATURA QUE YA HA GANADO.
“Hay que escribir en posición femenina. Un poeta jamás se aburre de escribir poesía, un amante a veces se aburre de su mujer o de su hombre”.
Frases pronunciadas por Miguel Oscar Menassa en una de las conferencias celebradas en la Habana (Cuba) que ya nos hacen percibir el camino por el que transita su escritura.
Un poeta para el que la relación mujer-hombre no son dos que su funden en uno: “para poder estar juntos, tenemos que ser dos, abiertos, separados, sin sentimientos, ágiles y sin remordimientos, sin culpa”.
Un hombre que después de conocer altas cumbres mantiene los pies a la altura de los pies:
“no se puede escalar ninguna montaña.
Las montañas no existen.
Y las cumbres,
tienen que ver en todos los casos con dios.
Más allá del hombre,
me dije,
sólo podemos hallar otro hombre.
Más allá de la vida,
ningún goce,
más allá de la vida, la muerte”.
Poeta de multitudes señala a los jóvenes, fundamentalmente, que el camino a la felicidad está en el trabajo. Hacer es importante, pero con entusiasmo, siempre dispuesto a aprender, a dar el siguiente paso. Nos dice: “yo por mi parte nunca me quedé esperando nada. Todo lo daba por hecho o por perdido desde el comienzo” “uno no vende lo que quiere sino, sencillamente, lo que puede, lo que le dejan vender”.
Escritura desgarradora donde las manos tratan de arrancarse la rosa que se ha clavado en el corazón, buscando no perder nunca la templanza: “tengo que quedarme tranquilo, las cosas se irán haciendo a medida que las pueda pensar de manera concreta, material”.
Un juego constante por y entre las palabras, donde pensar al otro no es altruismo, es una concepción; donde el tiempo es la oscilación entre lo que ya soy y lo que habré de ser y, donde cuestionarse es la base de todo conocimiento: “frente a la duda no dejar de remar” aunque “remar en cualquier dirección tampoco sirve”.
Un poeta que a lo largo de su vida siempre conversa con la muerte:
“Para encontrarse con la muerte
se necesita
haber aprendido algo del amor:
Ni huir. Ni arremeter contra nadie.
Aprender a conversar tranquilamente
eso enseña el amor”.
Y para terminar este esbozo del poeta, una frase genial, de Premio Nobel:
“la única gracia de la vida es vivirla como si fuera para siempre”.
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