V
Hoy quiero hablar de la soberbia del indio americano.
Lágrima que para pedir piedad no ha sido derramada.
Hoy quisiera ser yo que, al escribir, llore ese pedido,
cuando los salvajes recuerdos de mi vida me detienen.
Cualquiera de los jefes diría, sabiamente,
que si hay una lágrima todavía escondida,
una lágrima guardada durante cinco siglos,
pequeña lágrima que, todavía, es nuestra.
Si esa lágrima existe, debe quedarse donde está,
allí, guardada, escondida, esperando el momento,
esperando los truenos, la expansión de la selva.
Esa perla del alma, esa lágrima nuestra,
debe esperar del alba, antes de derramarse,
los gritos enloquecidos de Dios arrepentido.
domingo, 24 de mayo de 2009
"Amor perdido. Los indios" de Miguel Oscar Menassa
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"Amores perdidos",
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poesía
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