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miércoles, 10 de marzo de 2010

De "22 poemas y la máquina electrónica o cómo desesperar a los ejecutivos". Miguel Oscar Menassa

A NORMA

ELLA DEL LLANTO Y MI PADRE

Ella lloraba siempre a medianoche
ocultándose entre las ramas oscuras
que se desprendían a veces
del último momento de la casa.

Detrás de mi padre
-que se levanta
en otoño temprano
para secar el agua del llanto
o beberse del cielo
el primer aliento de la mañana-
ella lloraba siempre de la misma manera.

Pero algunos días afortunados
-recuerdo en primavera-
encontraba monedas en su llanto,
corría para tenderse en el aire
y amar desesperadamente.

Cuando mi padre se levantaba
incapaz a la hora del llanto
ella, que sabía mirar alegremente
bailaba un amor a su alrededor
diciéndole mentiras.

miércoles, 3 de febrero de 2010

LA CALESITA JUEGO PARA NIÑOS


Recorrer las calles de mi barrio
sueltas las amarras de mi niñez
no es mi oficio.

Camino con los hombres hasta cansarlos
de tanto hablar de la ciudad
que cada día descubro
en mi amada tímida y de la provincia
en mis amigos
que se toman sus vinos y sus mujeres.
En la capacidad de la tierra.

Salto, desato el corazón
y empecinadamente invento
gestos y palabras para el amor
como los pescadores del pueblo de mi padre
redes y barcas para la pesca.

Padre ya no tiene su juventud en casa.
Su pueblo y las mujeres de su pueblo
se han perdido en Buenos Aires.

Esta ciudad que conozco no es un juego para niños.


Miguel Oscar Menassa
De "22 poemas y la máquina electrónica
o cómo desesperar a los ejecutivos"